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Mostrando entradas de mayo 19, 2024

Epítome de la conquista del Nuevo Reino de Granada: Juan de Castellano

Entre las provincias de Santa Marta y Cartagena se encuentra un río que las divide, conocido como el río Magdalena, aunque comúnmente se le llama el Río Grande debido a su considerable tamaño. Su caudal es tan potente que, al llegar a su desembocadura, rompe el mar y se puede encontrar agua dulce hasta una legua mar adentro. Los habitantes de las provincias de Santa Marta y Cartagena, especialmente los de Santa Marta, que fue poblada mucho antes por Bastidas, navegaban río arriba, explorando y descubriendo nuevas tierras y provincias. Sin embargo, ni los gobernadores ni los capitanes de estas provincias subieron más de cincuenta o sesenta leguas río arriba, hasta la provincia de Sompallón, que está poblada a orillas del río. Aunque siempre tenían la esperanza, basada en relatos de los indígenas, de que río arriba había grandes riquezas, vastas provincias y poderosos señores, dejaban de avanzar por diversas razones. A veces se contentaban con las riquezas que habían obtenido de los indí

Los errores y supersticiones de los indios sacados del tratado y averiguación que hizo el licenciado Polo de Ondegardo (pp. 1-145)

Después de Viracocha, a quien consideraban como el supremo señor de todo y adoraban con gran reverencia, también rendían culto al Sol, a las estrellas, al trueno y a la tierra, a la que llamaban Pachamama, así como a otros elementos diversos. Entre las estrellas, en general, todos adoraban a la que ellos llamaban Collca, que nosotros conocemos como las Pléyades. Además, otras estrellas eran objeto de veneración por aquellos que consideraban que necesitaban su favor particularmente, asignándoles diversos roles. Por ejemplo, los pastores rendían veneración y ofrecían sacrificios a una estrella llamada Urcuchillay, que representaba un carnero de muchos colores y se encargaba de la protección del ganado, identificada por los astrónomos como la constelación de la Lira. También adoraban a otras dos estrellas cercanas, llamadas Catuchillay y Urcuchillay, que representaban una oveja con su cordero. Por otro lado, quienes habitaban en las montañas adoraban a una estrella llamada Chiqui chinchay