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Mostrando entradas de junio 15, 2024

Betanzos - Capítulo LXV y LXVI sobre el nacimiento de Atahualpa, Huáscar y Paulo, entre otros eventos de esa época.

Capítulo LXV: De cómo Huayna Cápac salió de la ciudad del Cusco, recorrió su territorio, llegó a Cochabamba, y sobre el nacimiento de Atahualpa, Huáscar y Paulo, entre otros eventos de esa época. Después de disfrutar del valle de Yucay, Huayna Cápac decidió partir y se dirigió a Ayaviri, donde permaneció tres meses cazando y divirtiéndose. Luego, regresó a la ciudad del Cusco, donde se quedó un mes antes de volver a salir. A su regreso, encontró a su hijo Atahualpa recién nacido, lo cual le alegró enormemente, y organizó una gran celebración por su nacimiento. Cuando Atahualpa cumplió un año, su padre ordenó que le cortaran el cabello, según la costumbre del Cusco, y se celebró otra fiesta solemne en su honor. Durante esta ceremonia, todos los nobles y señoras del Cusco le ofrecieron regalos. En este evento, su padre le dio el nombre de Atahualpa. Es importante mencionar que, según la tradición, cuando nace un hijo, se celebra una fiesta cuatro días después de su nacimiento y otra al c

Capítulo XXVI: De cómo Atahualpa entregó el tesoro al Marqués en Cajamarca, del reparto del tesoro entre los suyos, de la ejecución de Atahualpa, y del arresto de Chalcochima.

Cuando el Marqués mantenía a Atahualpa prisionero en Cajamarca, lo alojaba en su propia habitación donde el inca dormía. El Marqués siempre procuraba complacer y contentar a Atahualpa, pues era un gran señor que había entregado todo el reino del Perú bajo su poder y dominio cuando lo puso bajo la Corona española. La virtud y gran magnificencia del Marqués eran notorias. Mientras Atahualpa estaba preso, el Marqués le dijo que si llenaba una habitación con oro y plata hasta una marca señalada, lo liberaría. Al oír esto, Atahualpa respondió que la llenaría mucho más allá de esa marca, señalando una más alta. Atahualpa reunió todo el oro y plata que pudo y, mientras lo hacía, le rogó al Marqués que no permitiera que nadie abollara o rompiera ninguna pieza, probablemente con la intención de recuperarlas si lo liberaban y volvía a la guerra. Una vez que la habitación estuvo llena hasta la marca señalada, el Marqués tomó la mejor pieza como trofeo para sí mismo como capitán general. Luego apa